Fue una mesa pequeñita, pero no dejó de sorprender a Marc, que para nada se esperaba esta despedida.
Los colores de la bandera mexicana, destino inmediato para Marc, estuvieron presentes en todo momento.
Ni esas chocolatinas tan ricas... y a la vez tan personales ...
Y como no, finalmente hubo tarta de cumpleaños, ¿os gusta esa combinación de rojo y blanco?
Pues no os digo nada del sabor...
Bueno Marc, espero que te vaya bonito... hasta pronto.